Mayo de 1894
La
religión Yoruba tiene su foco en la zona de Niger, pero con la constante penetración del puritanismo británico ha ido arrinconando a los practicantes de esta religión. Convirtiendo al reino de Ashanti en uno de los principales Santuarios de esta ancestral creencia.
Una de las columnas alemanas, constantemente acosada en su avance por grupos de guerrilla nativo ha llegado a un poblado de tamaño medio en la región. Su capitán, un berlinés de familia con fuertes convicciones evangelistas ha presenciado horrorizado los restos de una serie de rituales con sacrificios animales.
El siguiente es el relato de un misionero francés publicado en varios periódicos europeos:
El capitán no ha sido capaz de comprender que la religión practicada en estas tierras pide sacrificios animales en honor a los ancestros, no entendió que lo que pisaba era el campo santo donde descansaban los fallecidos, tampoco se veía él como un profanador, tan solo veía constantes signos de adoración al diablo por parte de unos indeseables para nada merecedores de la compasión de Dios. La furia de los soldados y los mandos se descargó sobre la población local ajusticiando a prisioneros, mujeres y viejos. Una masacre que no ha ido a más por la llegada de superiores que impusieron la disciplina entre sus soldados.
Ya nunca podremos jurar ante Dios que nuestra labor evangelizadora en África está exenta de la pérdida de vidas inocentes, ruego por que Dios recoja a estos pobres desdichados en su regazo.
Los supervivientes de la localidad huyeron del lugar, bien al momento, bien a lo largo de la noche siguiente propagando sin duda el mensaje de terror del hombre blanco.