Al poco tiempo, se han registrado disparos de piezas de artillería sobre el acorazado británico. El capitán del buque, no ha tenido otra opción que devolver el fuego para neutralizar la amenaza. Inmediatamente ha ordenado levar anclas y posicionar el buque a escasas millas de la costa, pero lejos del alcance de cualquier pieza de artillería.
El capitán sabe que el daño ya está hecho:
- La noticia de un buque británico atacando población civil Lusa correrá como la pólvora entre las ciudades republicanas.
Su misión de rescate de la población británica ha fracasado.
Su posición en mar abierto no es sostenible ante la llegada de mal tiempo o ante el riesgo de que la marina portuguesa apoye al bando republicano en la aparentemente inevitable guerra civil Portuguesa.