Señoras y señores, hoy estamos concentrados en Viena a raíz de unos graves hechos que están acaeciendo. La gravedad de dichos hechos ha precipitado una reunión de emergencia de la recién formado Sociedad de Naciones a fin de encontrar una solución y poner punto final a esta horrible situación.
Los hechos son simples, el Estado del Japón, aprovechando un momento de desestabilidad interna del Reino de Portugal se está dedicando al pillaje y la usurpación mediante las acciones bélicas de parte del territorio Luso. Para explicarlo de forma breve y concisa, se han iniciado acciones bélicas sin previa declaración de guerra ni casus belli válido, con el agravante de que para ello se ha utilizado unas formas rastreras y traicioneras. Está situación, para nuestra gran sorpresa, ha quedado sin respuesta por parte del gobierno británico, aliados históricos del Reino de Portugal, que en una más que suaves declaraciones ha dicho más bien poco o nada ante este atropello.
Es por ello que desde Alemania creemos que se han de tomar medidas concretas e inmediatas contra el gobierno del Japón, que está tomando un camino totalmente equivocado en las formas y las maneras de resolver sus conflictos y, mucho más grave, que está guerreando por la simple y pura avaricia de conseguir un trozo más de tierra a expensas de aprovechar un mal momento de otra nación y la omisión de responsabilidad de uno de sus aliados, que si quisiera podría borrar a Japón del mapa sin inmutarse. Las medidas deberían ir encaminadas a presionar al gobierno Japonés para que cumpla tres requisitos fundamentales para la vuelta al Status Quo:
- Cancelar todas las acciones bélicas contra Portugal y su territorio de Macao.
- Retirar las tropas y los buques de Macao y sus aguas.
- Pagar una indemnización a Portugal por sus ataques y los gastos y daños generados.
Se podría añadir unas disculpas formales al estado Luso, pero creemos que en vista del posicionamiento de Japón y sus declaraciones esas disculpas formales no sería más que un paripé. El gobierno Japonés no parece tener mucho interés en la buena conducta diplomática o el respeto a los estados, como buena muestra de ello dan sus declaraciones "exigiendo" que sean tratados como un igual, pero no dudando ni un segundo, recordemos que no ha tardado ni un año en declarar una guerra no legítima contra una nación que pasa dificultades. Y quiero hacer hincapié en este preciso punto, caballeros. Japón, un estado que hasta hace poco no era nada. Que ha sido instruido y enseñado desde fuera, ha cogido todo eso que la civilización le dió y, sin mucho miramiento, ha empezado a abusar de ese poder. No tenían Casus Belli, no han intentado acciones diplomáticas, no han dudado ni un año en atacar a traición... Los hechos son muy graves y el silencio del resto de naciones me parece escandaloso. Ya veríamos cuánto tardaría Francia o Reino Unido en responder a una provocación de tal calibre si no fuera Macao, sino Hong Kong o Indochina las regiones bajo asedio Japonés.
Finalmente, para terminar mi intervención y para referirme a lo que yo creo que es un problema menor, los problemas internos de Portugal, creo que las tres facciones, por llamarlas de alguna manera, coincidirán en que perder parte de sus territorios no es para nada de su interés. Puede ser que internamente Portugal esté pasando por problemas, eso no cabe duda, y se puede entender que las posiciones de Reino Unido, Francia y otras naciones de ir para retirar ciudadanos en vez de posicionarse claramente hacia un lado u otro a contribuido a que la inestabilidad se extienda. Creo que todos y cada uno de los que pretenden el gobierno luso deberían tomar buena nota de ello. Como sus aliados o sus nuevos amigos, han tomado una posición muy clara y contundente en todos los problemas enfrentados en el último año. El silencia ante una invasión extranjera y el sacar a su gente en cuento había problemas. El gobierno del Reich Alemán tiene muy claro que aprovechar los problemas internos de una nación para sacar partido es una estrategia pusilánime y de nulo honorabilidad. Un acto despreciable que debe ser castigado, pero no se sitúa muy lejos la omisión de sus obligaciones por parte de un aliado o las falsas tentativas de ganar a un gobierno afín, mientras eso cuesta un precio caro para la nación afectada. No creo que haga falta extenderse más. Mi gobierno siempre ha sido muy claro con este asunto y nuestra posición ha sido ya explicada y en muchos otros casos también. Antes de resolver cualquier problema interno en Portugal, hay que acabar con la Guerra ilegítima que ha iniciado Japón.