Septiembre de 1897
Dos meses tras la formación del gobierno la actividad en Teherán es frenética. Dos comitivas diplomático-comerciales, (una rusa y otra británica) se alojan en los dos hoteles más lujosos de la ciudad. El Sha se ha ocupado personalmente de supervisar la seguridad de ambas comitivas en un celo considerado como excesivo por muchos de los participantes. El ferreo control sobre la agenda de visitas parece ser la otra característica definitoria del Sha, parece querer mostrarse como el hombre fuerte de estado con el que haya que negociar.
En la agenda preparada por la llegada de las comitivas están citados los ministros de economía, industria, agricultura y (por supuesto) obras públicas. Pero no defensa, ni interior ni asuntos religiosos.
La prensa especializada llena páginas sobre el teórico trazado del ferrocarril que vertebre el territorio persa, el sueño persa de un ferrocarril norte-sur que una el Caspio con
Teherán, con
Ishafán y con el Golfo Pérsico. La gran duda es, ¿en que parte del Golfo Pérsico?, dos son las ciudades candidatas:
Bushehr a 200 km de la fromtera Otomana. Representa la opción mas rentable economicamente, una mayor proyección de poder persa sobre los Otomanos y mayor facilidad británica de controlar la ruta por sus derechos de establecimiento de un puerto fortificado en Basora.
Bandar Abbas, lejos de cualquier frontera terrestre este emplazamiento ofrece la oportunidad estratégica de bloquear Ormuz poniendo en jaque los intereses económicos de los Emiratos Árabes al sur, mesopotamia y sus rutas fluviales y el ferrocarril alemán.
De que lado caiga la salida pérsica, esta por ver en los próximos meses.