Campaña Colonial Británica en el Sur de África

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Agosto de 1893

Las tres columnas británicas mantienen un inexorable avance:

La primera desde Bulawayo avanza hacia el asentamiento colonial de Salisburi a la vez que consolida sus alianzas y dominio sobre la región.
La segunda columna, desde Livingstone Camp ha optado por una incursión en profundidad por la ruta Kalomo-Lusaka bordeando las zonas de mayor densidad poblacional de las tribus de Zambia.
Mientras que una tercera columna mas reducida está remontando el rio Zambeze buscando el contacto con la colonia portuguesa de Angola.

Se entrevé una vez más la mano oscura de Cecil en una serie movimientos destinados a cercenar todo posible avance de la competencia.

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Septiembre de 1893

Hendrik es uno de esos últimos y orgullosos Voortrekkers holandés de origen, Afrikáner por opción, padre de diez varones y 7 mujeres que tras casarse han fundado otras tantas granjas en la zona. Pese a su avanzada edad se niega a abandonar ciertas costumbres... la de seguir al frente de su granja, la de despreciar a los británicos.

Hendrik acude con regularidad anual al mismo puesto comercial a vender su producción y obtener a cambio productos manufacturados. Sabe que el puesto comercial está ya en territorio bajo soberanía británica (pero el solo hace negocios con nativos, con portugueses o con holandeses). Conoce la existencia del ferrocarril (y al diablo con quien decida utilizarlo).

Pero desconoce la última rapiña de Sir Cecil, por un decreto gubernamental (y asumiendo que todo comercio en la colonia utiliza el ferrocarril) se ha impuesto una nueva tasa arancelaria al comercio destinada específicamente para el esfuerzo militar.

El abuelo Hendrik, iracundo se negó a pagar a los ingleses, las autoridades británicas llamaron a los soldados y estos mostraron sus armas. El hijo y los tres sobrinos que le acompañaban no dudaron en encañonar. Tras unos tensos minutos se registraron los primeros disparos aunque afortunadamente sin lamentar ninguna baja.

De momento tenemos:

Un caso de fraude fiscal, resistencia y atentado contra la autoridad perpetrado por ciudadanos Boers por un lado.
Y un caso de vulneración de las garantías e estabilidad impositiva por el otro.

Está por ver lo que el futuro deparará.

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Septiembre de 1893

Las tropas británicas, en su llegada al rio Zambeze muy cerca ya del territorio Nyasa han encontrado los restos de lo que parecen granjas portuguesas arrasadas.

El oficial al mando de la expedición no tiene dudas de estar tomando control efectivo de un territorio que hace 3 años fuera abandonado tras la crisis portuguesa por temor a las represalias nativas. El oficial, como buen soldado que es se limita a acatar las órdenes, asumiendo que en un futuro no muy lejano se tomara algún tipo de decisión política.

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Octubre de 1893

Ponemos el capítulo final de esta exitosa campaña británica en la firma de un acuerdo entre la Reina Victoria y un jefe tribal de nombre Lusaaka. En base a dicho acuerdo los británicos establecen una nueva base operativa en la frontera del núcleo fuerte del reino de Zambia.

Con la presente expedición Gran Bretaña amplia sus territorios en su frontera con Mozambique, controla casi en su totalidad el curso interior del rio Zambezi y establecen una cabeza de puente que como un puñal, amenaza los reinos de Luvale y M´siri.

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Marzo de 1898

Mas de cinco años después, Ciudad del Cabo vuelve a bullir de actividad. Cecil Rhodes una vez más vuelve a inmiscuirse en los asuntos militares como si el cuerpo expedicionario fuera su banda de matones personal.

Son varios los incidentes en los que los funcionarios de Rhodes presionan por la destitución de nuevos oficiales en favor de la promoción de otros viejos oficiales, veteranos en anteriores campañas pero degradados en sus anteriores destinos por conducta indecorosa, trifulcas o actividad del estraperlo.

Un incesante flujo de tropas y suministros montan en el tren que les llevará hasta Bulawayo.

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Mayo de 1898

En la vanguardia del cuerpo expedicionario británico podemos encontrar a un joven e impetuoso corresponsal del Morning Post. El joven reportero realiza a toda velocidad bocetos mientras entrevista a los mandos.

En sus primeras cartas publicadas ya hizo saber su malestar por la clara injerencia del todopoderoso Rhodes en asuntos propios del ejercito. Insinuó la conveniencia de intereses entre algunos altos militares y la maquinaria burocrática de Mr Cecil y protagonizó varios incidentes con subalternos de Cecil Rhodes. Tamaña valentía demostrada fue por supuesto inmediatamente recompensada con una plaza en primera linea

Al contrario que otros reporteros no duda en cargar siempre su Lee-Enfield, lo mantiene limpio y practica junto con los demás soldados. Cuando le preguntan contesta que ante los nativos, no hay tiempo para la duda, si no tomas la decisión la tomarán por ti.

Nuestro periodista díscolo:

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Julio de 1898

Nuestro joven protagonista forma parte de una expedición de vanguardia que busca una ruta hacia el Lago Bangweulu, que permitirá asentar en la zona una guarnición que prevenga cualquier incursión de guerreros Msiri o de Zambia.

Nuestro periodista esperaba ser el primero en poder ver y escribir sobre el enigmático reino Msiri, del que se dice su rey se sentaba en un trono hecho con los cráneos humanos de sus enemigos. Pero lo que se encontró por desgracia es con una expedición nocturna cuando viajaba con apenas un pelotón de cinco soldados, cayendo él y otros dos soldados prisioneros.

Parecería que las consecuencias de enfrentar a Cecil son extremadamente severas.

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Agosto de 1898

La expedición norte, ha avanzado remontando el rio Luangwa delimitando sus limites con las tribus Nyassa al Este y territorios alemanes al norte.

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Octubre de 1898

El cuerpo expedicionario británico está delimitando los limites fronterizos con los agrimensores alemanes, a muy pocos se les escapa que la colonia alemana (al igual que la República Boer) es un escollo en los sueños megalómanos de Mr Cecil.

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Septiembre de 1899

Cuando ya casi nadie se acordaba de la expedición británica del año anterior, esta ha retomado los titulares de la prensa ante la inesperada reaparición del joven periodista Winston Churchil al que todos daban por muerto tras su desaparición en las cercanías del Lago Bangweulu.

Tras la increible peripecia realizada por el joven para huir de sus captores tuvo la oportunidad de seguir tomando notas de los abusos de los funcionarios de la oficina de Cecil Rhodes. Aunque el periodista señala a su pareja sentimental Catherine Radziwill, la prensa británica ha cargado sus tintas contra un ya envejecido y cansado Cecil.