En un interesante articulo de análisis militar publicado en la gazeta oficial de la
Marina Nacional Francesa se habla de
Ding Ruchang, almirante Chino llamado a servir en el Palacio Imperial en los asuntos marítimos. Se rumorea que su difícil caracter le ha echo tener pocos amigos en el Palacio, lo que habitualmente es sinónimo de corta estancia en la capital.
No obstante en dicho artículo se hacen eco de la insistencia por su parte de que no se ceda la soberanía militar sobre los viejos (Pusan) y nuevos (Shanghai) puertos industriales construidos.
Por otro lado encontramos una zona con distintos puertos pero en muy diversas manos: Macao portugués, Manila Español, Hong Kong británico, Cantón Francés, Vladivostock Ruso y los puertos Japoneses.
Esto hace que, (salvo en el caso de Japón), la capacidad de proyección naval en la zona quede sometida a la labor diplomática de cada nación. Es decir, en el caso que se opte por el uso de la fuerza en la resolución de conflictos, es la diplomacia la que decidirá con cuantos puertos cuenta cada uno y por lo tanto cuantos buques puede desplegar en el escenario.