1892 - Crisis Diplomática Haití-Estados Confederados

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¿EL DRAMA DE LA ESCLAVITUD COMO PRÓLOGO DE UNA CRISIS INTERNACIONAL?

Los hechos

Hace 15 días aproximadamente, el buque “Dessalines,” de la Marina de Haití, detectó a 7 kilómetros de la costa norteoeste de la isla, un navío en condiciones ruinosas, el cual abordó bajo la suposición de que hubiera sufrido daños por una reciente tormenta tropical. La dotación de abordaje haitiana encontró que el buque efectivamente sufría daños que hacían imposible su correcta navegación, como así también que estaba ocupado por tres docenas de negros y 4 blancos.

Las primeras investigaciones, llevadas a cabo en el mismo navío por el Capitán Altidore al mando del “Dessalines“, arrojaron como resultado que el barco tenia bandera confederada, y que era propiedad de Alexander Stephens, un productor algodonero de Alabama con propiedades en Cuba. El Señor Stephens informó que se encontraba en transito hacia sus propiedades guaneras en las Islas Vírgenes desde el puerto confederado de Mobile llevando un grupo de trabajadores cuando el navío sufrió un motín por parte de su tripulación negra que dejó como consecuencia la muerte de tres de sus tripulantes. Informó también que los amotinados habían decidido preservar su vida y la del resto de los blancos a fin de que pudieran dirigir el barco hacia la isla de Haití, donde pretendían liberarse del yugo esclavista. Ese era el destino previsto cuando los alcanzó la tormenta que dañó severamente el barco.

A partir de los datos recabados y teniendo en cuenta que el hallazgo se había efectuado en aguas jurisdiccionales haitianas, el Capital Altidore tomó bajo custodia del Gobierno de Haití la nave, trasladándola a Puerto Príncipe, donde toda la tripulación fue internada bajo custodia judicial hasta tanto se dilucidaran los hechos.

El caso

Una tormenta de opiniones se ha desatado no solo en la opinión publica de Haití, sino también en diversas legaciones diplomáticas. Lo que comenzó como un hallazgo de un buque dañado, puede transformase en un caso político internacional a partir de las implicancias que el hecho tiene en sí mismo, de las jurisdicciones que obran sobre él y de las decisiones que tome la Justicia de Haití.

El tema de la esclavitud reviste una importancia fundamental en Haití, una nación que se independizó de Francia a partir de una revuelta de esclavos entre los años 1791 y 1804 y que abolió la esclavitud al unísono con la proclamación de su independencia.

Fuentes judiciales consultadas aseguran, extraoficialmente, que el juicio que se avecina será de importancia fundamental en la lucha contra la esclavitud y que permitirá ver un enfrentamiento entre las posturas esclavistas y abolicionistas presentes en muchas naciones en la actualidad. Por un lado establecen como actores en este drama a aquellos que apoyan (de forma oficial o extraoficialmente) las practicas esclavistas con el claro objetivo de que el juicio se lleve a cabo contra los esclavos liberados, bajo la acusación de motín y homicidio. Por otro lado estará presente el abolicionismo que buscara que Stephen sea juzgado y sentenciado por asalto a la libertad, secuestro y encarcelamiento ilegal. Pero no serán estos los únicos actores presentes en el juicio. Kimbo Oponjo, en representación de sus compañeros, ya ha declarado formalmente al juez que entenderá en la causa que quiere presentarse como parte en el juicio a partir del hecho de que tanto él como sus compañeros no incurrieron en ningún acto de violencia que no tuviera como objetivo la consecución de su libertad como ciudadanos de pleno derecho, así como el hecho de que la muerte violenta de los ciudadanos confederados fue consecuencia de la actuación en defensa propia. Partiendo de esa situación, algunos abogados consideran que Oponjo y sus compañeros tenían el derecho de llevar a cabo cualquier acto que les permitiera recuperar su libertad, incluyendo el uso de la violencia.
Este intrincado caso judicial, que como dijimos precedentemente, no atañe solamente a los implicados, se desarrollara en un mes aproximadamente en el seno de la justicia haitiana, la cual hasta el momento esquiva hacer cualquier tipo de declaraciones oficiales. No obstante el hecho de que Stephen y su tripulación se encuentren encarcelados bajo custodia judicial a diferencia de ex esclavos que se encuentran en libertad puede leerse como una declaración de principios por parte de la justicia haitiana. El gobierno del Presidente Hyppolite se ha mantenido, hasta el momento, también en silencio.

PD: Creo que a estas alturas ya no haría falta que dejara constancia de la autoría de nuestro jugador italiano en el artículo. Pues bastaría con fijarnos en el mayor cuidado y acierto mostrado al elegir las palabras en sus artículos. Mas aún comparados con los escuetos telegramas que suele dejar el administrador.

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Las diligencias llevadas a cabo por el Gobierno de Haití ha dado como resultado el destierro de por vida del ciudadano confederado Alexander Stephens (y todos los miembros de la tripulación de raza blanca) del territorio soberano de la República de Haití. El mismo buque de la Marina Haitiana, el "Dessalines" ha sido el encargado de transportar al ciudadano confederado hasta el puerto de Nueva Orleans, donde ha sido entregado a las autoridades. El buque, después de cumplir con el protocolario almuerzo con el alcalde de la ciudad, el Gobernador de la provincia y el cónsul haitiano destacado en la ciudad ha zarpado de vuelta a puerto.

Mientras tanto, y durante los días previos y posteriores a la partida del buque; se han producido tumultos en Puerto Príncipe por ciudadanos haitianos que exigían la aplicación de la pena de muerte sobre Alexander Stephens. Otras de las consignas escuchadas eran "guerra a los Confederados", "muerte a los blancos" e "Hyppolite traidor a la patria (Florvil Hyppolite es el actual presidente de Haití)".

A todos los miembros de raza negra encontrados en el barco se les ha dado a elegir entre volver a los Estados Confederados o quedarse en Haití con la ciudadanía y un puesto de trabajo. La opción ha estado clara y todos ellos han aparecido en la prensa del pais luciendo elegantes trajes en sus nuevos puestos de trabajo con la "sonrisa del hombre libre".